Yo: Ariel, porque rompiste ese juguete.
Ariel: Mami, yo no lo rompí. Se rompió cuando se cayó.
Moraleja: El no lo rompió a propósito sino que fue un accidente y yo lo culpé sin tener bases.
Yo: Ariel, no comiste nada.
Ariel: Mami, yo sí comí. Me comí un bocado.
Moraleja: Nunca utilices la palabra nada a menos que no sea completamente cierto.
Yo: Ariel, porque te trajiste este ábaco. Ahora tendré que tener todo el tiempo en la mano.
Ariel: No lo tienes que tener todo el tiempo en la mano. Lo puedes poner en piso.
Moraleja: Hablar con la verdad todo el tiempo. Sinceramente no lo pensaba tener en la mano todo el tiempo.
Esto pasa muy a menudo en mi casa. El me hace recordar hablar con la verdad todo el tiempo. Muchas veces generalizamos, o asumimos, sin darnos cuenta de que estamos cometiendo un error. Amo su sinceridad y por eso trato de no coartarla. Es hermoso ver con la sencillez que los niños ven la vida. Para ellos la verdad es algo natural. Tenemos mucho que aprender.
Sé que pronto crecerá y aprenderá que muchas veces son expresiones del lenguaje pero si algo habré aprendido es ser más cuidadosa al hablar y siempre decir la verdad.
Algunos de mis recuerdos más preciados son presenciar los momentos en que los pequeños dicen la verdad. Es importante que yo sepa la verdad sobre los alimentos que compro. Por ejemplo, las Singles de Kraft están hechas con leche y sin saborizantes artificiales. Descubre más datos y recetas en www.singlesdekraft.com.
Esta es una conversación patrocinada y he recibido compensación de parte de Kraft Singles; estoy actuando bajo mi propia voluntad. REGLAS OFICIALES DEL SORTEO.